viernes, 17 de septiembre de 2010

Amarga Comedia

Mira cómo hemos terminado,


¿No te parece la peor comedia que ha existido?

Me vengaré del desdichado autor de esta tragedia,

Que supongo no ser otro que yo mismo.

Me faltó valor,

En cuanto hubo tiempo.

Nos faltó tiempo,

En cuanto hubo valor.

No hay más que agregar,

No hay nada que quitar tampoco.

Ya nada vale nada,

Ya todo será en vano.

Pero las palabras aún quedarán,

Mis sentimientos aún te acompañarán:



Me gusta demasiado,

En verdad,

Te amo.

*Este poema no es mio... sino de un fic.! de ace tiempo que lei.. no me acuerdo del titulo pero solo dire que es de Amor Yaoi.!

martes, 7 de septiembre de 2010

LejOs estamOs mejOr



Lo llevo al aeropuerto era nuestra despedida nosotros mejores amigos pero él se había vuelto famoso y no podía quedarse mucho en Alemania y yo pues yo solo tenía que seguir.



Fue una despedida muy alegre sin lagrimas, por más que por dentro moría por llorar por decirle que lo querría pero no, no podría ser, no querría atarlo, no querría que así fuera nuestra despedida, era lo mejor.


Adiós Bill, cuídate mucho, esto solo es el primer paso, ya verás… - le dije pero por dentro moría por gritarle que por más que fuera su mejor amiga lo amaba, lo amaba con locura.


Lo sé, pero es difícil, esto siempre ha sido mi sueño y dejarlos a todos ustedes mi mama y tu…. Eres muy importante para mí. – me dijo empezando a llorar..


Bill, no llores tu mama, tus amigo, yo, siempre estaremos contigo, siempre – era verdad siempre estaría junto a él, por más que la distancia nos separara. – Y deja de llorar por dios, este es el mejor momento eres FAMOSO…. Vas a tener todo lo que quiere, no te preocupes por nada para eso está tu hermano a tu lado, y no pienses cosas tristes que esto es lo mejor que te puede pasar UNA GIRA POR TODA EUROPA, es lo mejor.


Lo sé, pero los extrañare – me dijo nos abrazamos como queriéndonos fundir con ese acto y veo como se aleja lentamente de mi e ingresando en la puerta de embarque.


Me quede ahí parada viendo como se iba, mi amor secreto, pero no podría decirle el tendría cargo de conciencia por no poder verme de la manera en que lo veo.


Me voy a mi casa pensando en el, pasan los días, los meses y Bill y yo nos comunicamos, obvio que ya no como antes, solo por teléfono, chat, correos pero ya no es lo mismo habré de admitir, y duele eso pero tengo que dejarlo, tengo que alejarme, las llamadas se hacen cada vez menos consecutivas, nos llamamos una vez a la semana, después una vez al mes y de ahí ya no nos comunicamos, yo ya había conseguido trabajo, estaba más ocupada que nunca y el pues él estaba de gira.


En mi trabajo había hecho muchos amigos, y unos que querrían mas que una amistad, pero yo simplemente no me olvidaba de él, lo veía todos los días en las noticias, y esperaba que estuviera bien, y pues hasta ahora lo estaba.


Se me acerca Luca, mi amigo.


Olvídate de él, no vez como estas – pero mientras más me decía esto menos me olvidaba de él.


No puedo, no puedo - le digo.


Me tienes a mí – me dice.


Cuantas veces te he dicho que quiero a Bill, Luca tu eres un gran amigo y me has apoyado pero no te amo, y no creo que pueda, me duele decírtelo de verdad, pero yo no me he olvidado de el – le digo muy apenada porque Luca era un gran chico y el se merecía ser feliz y yo no podría traerle esa felicidad.


Pasaron los meses y no tenía muchas noticias de él, ya no iba a la casa de Simone, ir a esa casa me traía recuerdo que no querría revivir, cada vez veía menos TV [algunos programas] porque no querría que esta herida creciera más.


Me fui de Leipzig sin que nadie supiera, estar ahí me traía más recuerdos, me mude a Hamburg.


Ahí mi vida era normal, no me podía quejar, se sentía vacía no había duda, su presencia iluminaba todo, pero no estaba nada mal.


Pasaron los años y seguíamos separados, debería estar muy ocupado y quién era yo para irrumpir en su mudo, ya habría encontrado otra mejor amiga o amigo por más que me doliera decirlo, eso era inevitable.


Fui a Leipzig, y sin querer mis pies me condujeron a un parque que estaba por su casa, y vi los columpios, - aun estaban ahí –pensé.


Me senté en aquellos columpios y me puse a divagar en todas las cosas que habíamos pasado, en los momentos buenos, malos, mejores y por primera vez me puse a llorar, después de tanto dolor reprimido…llore, llore como nunca al saber y al recién caer en la verdad y pensar que nunca volveríamos a vernos, el estaba con una carrera hecha en la cual yo no tenía cabida.


Me sentía vacía, sola y pensé que si iba a una calle concurrida podría apaciguar mi dolor, camino cabizbaja y con lágrimas en los ojos, pensando en Bill.


Veo la gente a mi alrededor, enamorados, padres con sus hijos, abuelos con sus nietos y me pongo a pensar que hubiera sido si le hubiera dicho que lo querría, pero ya no podría ponerme a pensar en eso, era demasiado tardo los “que hubiera sido si…”


Levanto mi cabeza, mis ojos no lo quieren creer, era él, pensé que ya estaba alucinando, cuando me mira, nuestras miradas se conectan y el agranda los ojos sorprendidos, yo me quedo estática, pensando que es un sueño, que alucino, veo que se acerca y yo sin hacer nada solo llorar, y el también lo hace pero no me lo creo, no me lo creo.


Se me acerca y me abraza y sigo sin reaccionar cuando digo:


No estoy soñando ¿verdad? – con lagrimas alrededor de mi cara.


El sonríe también con lágrimas y me dice – No tontita no…


Y yo lo abrazo como si mi vida dependiera de ella, olvidándome de la gente a mí alrededor.


Estas muy bonita - me dice y yo solo atino a sonrojarme…


¿Qué nos paso? – le digo.


No, lo sé, yo… yo trate de localizarte pero tu, parece que no querría que te encontrara – me dice algo triste.


No, como crees eso…tontito….. no lo haría nunca, solo te di un tiempo, necesitabas estar solo, sin distracciones, tu banda… es primero.


Primero…. Primero eres tu – lo dice en un susurro que logro escuchar…


Yo solo lo miro sorprendida y sonrojada, de verdad estaba diciendo eso..


Yo..Esto….Bill yo… - no sabía que hacer de verdad lo había dicho..


Sh….. – me dice levantando un dedo y poniéndolo entre mis labios – no necesito que me digas nada..


Y lo beso, fue un beso tierno… y él me mira sorprendido…


Siempre te quise – le digo – pero necesitabas crecer…. Y no querría ser un impedimento o un cargo de conciencia.


¡Que! Nunca lo serias me escuchas nunca – me dice y yo solo lloro… y me acurruco en su pecho escuchando los latidos de su corazón y me siento tan bien, tan llena, el era el que me faltaba solo él.


Me levanta la cara y me dice – Por siempre juntos.. –


Por siempre – le digo y nos besamos….


Por cosas del destino se separan y pueden casi desaparecer los lazos que nos unen pero siempre estarán por más que intentemos romperlos esos lazos que tenemos son más fuertes que nosotros y no nos separaran.

domingo, 22 de agosto de 2010

Saber...

Las palabras muchas veces necesitan ser dichas, porque los actos pueden no ser entendidos, el hecho de que dos personas que se amen esten juntos en el silencio, en un acuerdo tacito de amor, no significa que esa persona estara a tu lado por siempre.

El hecho que ames a una persona pero no le hayas dicho nunca un te amo o un te quiero, siginifica mucho, porque aquella persona a pesar de que te ama, no sabra si tu lo amas si nunca se lo dices.

Las personas asumimos muchas cosas no dichas, que cuando son dichas aveces son diferentes a las cosas que pensabamos, ¿como aferrarte a esa persona que amas?, sino le dices un te quiero o un te amo.

Las personas cuando se sienten amadas, muchas veces no dan amor, sino que solo quieren recibir, y no esta mal, somos humanos, pero no todo se trata de recibir, porque aquella persona que amas se puede ir de tu lado.

El hecho que este ahi para ti, no significa que algun dia no se vaya.

Una vez un chico le pregunto a una chica a la luz de la luna y de espectador a las estrellas ¿Cual es tu deseo?, pero la chica no respondio, y todas las veces, aquella misma chica se quedaba callada, solo sintiendo el tacto de su amado, pero un dia el chico le pregunto, ¿cual es tu ULTIMO deseo?, y la chica volvio a quedarse callada, y no sentiendo el tacto de su amado, pero lo que paso es que el chico se fue, la dejo, a pesar de que la amaba, pero ¿como estar con alguien que no demuestra lo que siente?, ¿que no te dice casi a los gritos que te ama? y solo para que te quede claro, el hecho que lo ames no significa que el lo sepa.

viernes, 20 de agosto de 2010

T E R C E R C A P I T U L O

Respuestas –decidido se planto en la puerta


 No hay nada que responder, si has venido es porque has entendido lo que dice la tarjeta – estaba decidida a no flaquear debía hacerlo.



Pero quiero que me lo digas TU –mirándola a los ojos diciéndole implícitamente un discúlpame.



No tengo por qué darte explicaciones, creo yo que sabes lo que has hecho y sabes que ¿te lo mereces? – ironizo.

 El solo se quedo mudo, agachando la cabeza.

 Y ella hablo – tu no hiciste nada por mí, sabes que fue mi cumpleaños pero igual ni me llamaste, total yo me conformaba con eso, pero no pensaste en mi sino solo en ti. – hablo dando como finalizada la conversación.

 Si no tienes nada más que decir por favor, retírate – mientras veía que él no se movía – y una cosa más – y levanto la cabeza – TERMINAMOS – y eso les dolió a los dos ella lo amaba pero perdonarlo después de todas las cosas que sucedieron…. No ya no; y el sabiendo que había fallado con la persona que más quería.

 Y se fue sin una despedida formal, solo un tácito adiós, y cerró la puerta sabiendo que nada sería como antes.

 Bill, ya vámonos – decía su hermano viendo como se destrozaba y él no pudiendo hacer nada.

 Bill, volteo a verlo, con la cara llena de tristeza y el ambiente palpable de dolor y tristeza y camino en silencio.

 Mientras iba en el carro, Bill observando el paisaje, miro un lugar que hizo que recordara el momento del comienzo.

 Como, él nervioso se veía al espejo indeciso por no poder saber que ponerse, ya que después de un tiempo de amistad, al fin la palabra había salido a relucir, y ella le había dado una oportunidad, una sutil e irreal oportunidad, ya que ella no quería arruinar la amistad que tenia.

 Emocionado después de una hora de no saber que ponerse, se decidió por lo primero, nervioso se vio por última vez en el espejo, y salió deseándose suerte a sí mismo, ya que era una sorpresa para ella a donde iban a ir.



Llego al apartamento, y temblorosa su mano toco el timbre, y pasaron para él una eternidad cuando la puerta se abrió así como si de una película se tratase, en cámara lenta, Ella estaba preciosa, se veía radiante. Bill, Hola – decía ella tratando de no pensar que lo que tenían se podría romper con el comienzo de este amorío.

 El la observo, recordando cada detalle, cada gesto y de su boca solo salió – Estas bella.

Gracias – dijo desviando la mirada, por el nerviosismo de que después de tanto tiempo de amigos, se de este tipo de situación.

 Vamos –  estirando su mano, esperando paciente y ella con una sonrisa estiro su mano, y se unieron en un agarre solido y sincero.

 Los dos dubitativos, se sentían tan bien, parecía que sus manos estaban hechas a la medida, encajaban a la perfección.

 El transcurso al carro fue entre miradas tímidas, sonrisas temerosas, como si aquello debiera ocultarse, como si fuera un secreto, SU secreto.

 Ella no sabía hacia donde se dirigían, el solo cuando se lo dijo se le acerco, y sus rostros quedaros a escasos metros y al oído le hablo y dijo – hacia dónde vamos es un secreto - y sus labios se juntaron en un casto beso.



Y hasta ese día no sabía el lugar hacia donde iban, y ese día ella había estado nerviosa, ya que no sabía que ponerse, se ponía a pensar en y si me lleva a un restaurante de lujo, no iría en jeans y un polo - pero se puso algo cómodo y lindo y para cualquier ocasión, un vestido.



Ella, ya en el carro le volvió a preguntar, el solo la miro de reojo mientras prendía el carro y lo ponía en marcha – Ni se lo imagina – pensó Bill, mientras imaginaba la sorpresa que se daría cuando viera lo que le tenía preparado.

 Estaba nerviosa para que negarlo, a cada rato se agarraba las manos, viendo a través de la ventana con el único sonido que era el de la radio, y veía como el paisaje cambiaba

 Y volvió a preguntar, aun sabiendo que no obtendría alguna respuesta, el vio como su mirada se volvía inquisidora, tratando de saber hacia dónde se dirigían, pero no lo sabía y con una sonrisa siguió el camino.

 Los minutos pasaban y el paisaje se hacía más agreste, y ella comenzaba a meditar hacia donde iban, cada vez mas ansiosa, ya que aunque le encantaba hacer sorpresas a sus amigos para sus cumpleaños o demás eventos, no soportaba que se lo hicieran a ella, ella quería saberlo, y quería saberlo ahora.

 Pero cuando iba a usar sus sucias tácticas, de la nada Bill aparco el auto y ella con una cara de ¿qué pasa?, Bill ni la miro y solo salió del carro y saco algo de la maletera cuando volvió solo le dijo susurrando y cariñosamente- ven – ella estupefacta fue y Bill le puso una venda en los ojos - ¿Qué es esto? – Prengunto ella queriendo sacárselo pero la mano de Bill se lo impidió – No lo hagas, no te lo saques, es parte de la sorpresa, por favor – dijo el aun con la mano en la venda. – Ok, no sé qué tramas, pero aunque hagas estas cosas medias raras, de tipo secuestro, confió en ti – contesto y se quedo en su asiento tranquila.


Sé que suena raro, pero solo confía a mí, tu sabes tengo manía de secuestrador – y comenzó a reírse de la vez que la “secuestro”

 Si no me acordare, la vez que lo hiciste – riéndose - Bueno ya, ahora bajemos que viene la sorpresa – dijo Bill terminando de reírse y diciendo lo último en un susurro.


Ok –contesto, pero lo único que hizo Bill, fue abrir la puerta del carro y al ver esto le pregunto - ¿Por qué no bajas? – y ella chasqueo la lengua.


Bill, no veo nada – y Bill reprimiéndose mentalmente de lo tonto que fue.


Si serás Bill, jajá – riendose ella mientras la ayudaba a bajar


Y la guio en un camino en el cual ella no podría estar más mareada, empezó a sentir la brisa del ¿mar?, no se lo creía estaba en ¿una playa?

Bill – susurro, temiendo que se rompiera la magia pero lo suficiente fuerte como para que Bill la escuchara.


Si, Cora –pronuncio afirmando lo que el suponía que ella creía, solo abrió la boca después de que sus pensamientos se hicieran realidad.
 Cuando al fin llegaron al lugar, Bill lentamente se puso detrás de ella, como queriendo que recordara cada movimiento aunque no lo podía ver.

 Lentamente desato el nudo de la venda y cayo despacio, ella al abrir los ojos tratando de acostumbrar su vista, veía todo maravillada como una niña con su primer regalo, ella volteo lentamente queriendo rememorar todo y lo abrazo, el complacido y con una sonrisa devolvió el abrazo con más fuerza trasmitiéndole que lo hacía por ella, solo por ella.

 Sorpresa – susurro aun abrazados, como no queriendo desprenderse de esa efímera muestra de amor.

 Ella solo atino a reírse, solo un momento, de ahí agarro la mano de Bill, para que los dos puedan ver el paisaje tan bello que se presentaba,

 Hermoso, hermoso – repetía en un susurro casi inaudible.

 El la guio aun con el agarre de las manos tímido y efímero, y la llevo hacia una cabaña al parecer, el recorrido estaba lleno de antorchas alumbrando el camino.

 Es mía – susurró él- nadie sabe que existe, vengo aquí cuando ya no puedo mas- viendo con cariño aquella cabaña.

 ¡Woow! Meraviglioso – pronuncio en un italiano perfecto, y lo miro agradeciéndole con la mirada haber dejado que entrara en ese lugarcito de su corazón y de su mente tan privado.

 Y con un firme agarre de manos fueron directo a la cabaña. La velada transcurrió con una cena increíble.

 Tú no lo preparaste, ¿no? – pregunto ella sabiendo que su querido amigo no se le daba muy bien los dotes de cocinero

 Como puedes decir eso a mí, por dios como dudas, claro que… No lo prepare no quería que muriéramos tan jóvenes- decía mientras se oía una carcajada por parte de ambos.

 Si, por dios de indigestión moriríamos, y aquí varados sin nada… ¡horror! ¡Horror! – comentó Cora riéndose y con lagrimas en los ojos de tanto reír.

 Sí, pero vamos prueba la comida que YO compre – decía riéndose aun mas.

 Probaron un bocado – Deliciosa, deliciosa, que buen chef, por favor después me dices el nombre del restaurant para ir – comento Cora, en son de burla, mientras seguían comiendo.

 Claro, de ahí te doy el nombre, solo hazme recodar – decía con una sonrisa deslumbrante.

 La comida paso entre más risas y bromas por parte de los dos

 Por dios me duele el estomago de tanto reírme – comento Cora mientras se secaba las lagrimas de tanto reírse

 Tú tienes la culpa, por decir esas cosas tan graciosas – decía Bill terminando de reírse.

 Me culpas a mí, ¡Oh destino cruel que me puso a este hombre adelante, calumniándome diciendo que fui la culpable de que se haya reído! - exclamo muy dramática con la mano en la cabeza – Aunque lo admito destino, tuve una pizca de culpa, pero solo un poco – dijo viéndolo a Bill, como se reía.

 Ya paremos, por favor sino vamos a necesitar el baño urgentemente y solo hay uno – mientras seguía riéndose.

 Yo primero ¡eh!, siempre las mujeres primero – dijo sacándole la lengua.

 Un momento de silencio se formo, y Cora quería cortarlo de inmediato, pero Bill fue el primero en hacerlo – vamos a ver el mar, ¿te parece?

 Ve adelantándote, después yo voy –  mientras se metía al baño, y lo único que escucho era como salía de la cabaña.

 ¿Qué pasara? – se preguntó ella, ¿funcionara?, por dios de verlo se me eriza la piel, pero el…. – estaba a punto de llorar pero en vez de eso decidió salir


¿Estás bien? – preguntó él al solo verla - Si, no te preocupes solo un poco cansada – dijo sonriendo y ocultando lo que sentía



Vamos – sugirio Bill señalando la orilla del mar, ella mirando al mar asintió la cabeza, por un momento quiso pensar que así seria toda la eternidad, solo ellos dos alejados de la realidad, sin más que decir o hacer.

 Se quedaron sentados a la orillas del mar, con la ropa mojada, sin importarles nada, agarrados de la mano, expresando tácitamente que nunca se olvidarían.

 Empezaba ya a hacerles frio y caminaron lentamente abrazados para no enfermarse - Toma – dijo Bill entregándole una toalla para que se seque.

 Gracias – contesto ella mientras se envolvía en la toalla, y quedándose en silencio - ¿Estás bien? – volvió a preguntar, de verdad estaba preocupado desde que la había dejado se comportaba raro, taciturna, alejada - Yo… Si no te preocupes –  con una sonrisa en los labios - Sé que te pasa algo – decía mirándola como queriendo saber que ocultaba - No me pasa nada – refutó ella no quería arruinar el momento con sus inseguridades - Sé que te pasa algo, por algo nos conocemos desde hace uff… millones de años – afirmó tratando de que viera algo en ella para saber que le pasaba.


Por Dios, conejín – decía ella – no es nada, confía en mi si –  no queriendo mirarlo a los ojos, presentía algo malo que pasaría con ellos, lo sabía pero es que a pesar de eso era egoísta por no separarse cuando debía.


Ella sintió solo cuando unos brazos la reconfortaban, no sintió ni cuando se movió, ya que ella no le diría, como tantas otras veces y solo atino a abrazarla.

 Ella pasmada por el abrazo, no se lo esperaba, odiaba que la abrazaran en momentos así, ya que sabía que podría ponerse a llorar, y menos Bill – el causante de esto-

 Bill, aléjate – exclamó ella aguantando las lagrimas por salir. Bill en vez de alejarse el abrazo más, mas fuerte, y ella no pudo se quebró y lágrimas silenciosas rodaron por sus mejillas mojando la camiseta que Bill se había puesto.

 Cora se puso a cantar suavemente, en un murmullo tratando de decirle lo que sentía -Tu, como nadie más, lo que quise siempre, hasta la muerte solo tú, mi debilidad, Lo que me hace fuerte, Estoy a punto de llorar. – Se maldecía por haber flaqueado, ese presentimiento le quemaba el pecho.



Cuando Bill escucho lo que cantaba y sintió las finas lagrimas caer, sabía que era algo serio para que llorara, y dejo que lo hiciera que esas lagrimas que le partían el corazón salieron porque no la dejaría, no la dejaría nunca, pero no cumplió su promesa, esa promesa que se hizo ese día de nunca dejarla o abandonarla, en cambio sucedió lo que Cora temía, ese presentimiento en el cual sabia que ella sufriría.

 Y los pensamientos de Bill terminaron ahí, en esa promesa que no cumplió, que no estuvo ahí cuando sus padres de Cora murieron, el dia de su cumpleaños como acercarse a ella cuando la había defraudado completamente.

 Y el camino siguió con rumbo fijo a la fama, pero una fama… sin ella.

lunes, 16 de agosto de 2010

¿Vendras, o solo es una ilusión pasajera?

Esto es alko que les quise escribir a ustedes... aquellos que leen y aquellos que no saben que existe este blog






 
Hoy, pense que mi dia seria normal, pero tarde me di cuenta que no, cuando ingrese a mi adoracion, al vicio de todos los dias, a la miel que llama a la aveja, me di con la sorpresa que venias .... que podrias venir que podria verte, que podria tener un recuerdo fugaz, que se mezclara con mis sueños estando despierta, y volverse algo que soñe mientras te veia, podria verte a ti y a tus ojos caramelo, que si fueran de verdad moriria de diabetes.... aquellos ojos que me hipnotizan, aun cuando no quiero, y lo peor es que no sabes nada... si supieras lo que siento.. JA! te reirias en mi cara - aunque no se si pase eso - tal vez me sonrias dulcemente que creere q estoy comiendo un algodon de azucar, y no diras nada y pasaras, pero se que segundos despues olvidaras quien soy, mi cara, mis ojos, hasta el sonido de mi voz, no se que pasara cuando te vea, no se que sentire... o si lo que siento se reafirmara al solo ver tus ojos, sera acaso una maldicion, seras acoso esos hechiceros de los cuentos de hadas, que vienen y te llevan a un mundo de fantasia donde solo tu existes, donde solo te pertenezco a ti, ¿que eres?, ¿en que me haz convertido? me pregunto cada que me levanto, ¿que soy ahora?, ya ni lo se, de la que era antes solo quedan vestigios, porque la nueva yo, es mas alegre mas vivaz, pero mas dolida y deprimida a la vez, derramo lagrimas silenciosas por ti, por aquel ser etereo, que vive rondando mi cabeza mis pensamientos, mis letras, eres aquel sueño y hasta veces pesadilla del que no me quiero despertar,


Cuando sueño contigo, deseo no hacerlo, pero se que en el fondo deseo que otra noche te cueles a mis sueños y susurres que me amas, mas que a nada, aunque eso sea una mentira, aunque eso me duela A MI, ¿podria ser obsesion, podrias er amor?


¿que es lo que siento? me pregunto mil y un veces, hasta desgastar esas palabras, minl y un veces en la cual no encuentro respuesta, porque NO LO SE, maldita sea NO LO SE, no se que es lo que siento por ti,  en mi pensamiento trato de encontrarle a un sentido pero no lo hago, aunque creo que es amor pero me cuesta admitirlo en voz alta, me da miedo es la verdad, de que al admitirlo, todo se vuelva realidad, porque se que en mis pensamientos vivo y existo y estoy segura, ¿pero en el mundo real, lo estoy?.


Tu eres la cosa por la cual me da alegria todos los dias y aveces tristeza, deseria que no fuera asi, aveces hasta desearia no haberte conicido, pero sabes que sino lo hubiera hecho no se que seria ahora de mi, asi que gracias en parte porque todo lo que me diste... no fue solo tristezas y lagrimas silenciosas derramas en una noche sin mucho que hacer

C A P I T U L O D O S

Ha llorado tantas veces que ya perdió la cuenta, y todas esas veces pensó que ya no le quedaba más lágrimas, pero sorpresa se daba que las lágrimas volvían a surgir, y el dolor y la culpa emergían de lo poco o nada que los había enterrado.

 Bill, vamos tenemos que irnos – decía Tom apenado por la situación en la que se encontraba su hermanito, y él ha pasado lento limpiándose las lagrimas y el maquillaje corrido “sin que nadie se diera cuenta” según él.

 Pero cuando bajo no espero ver lo que vio, esos ojos caramelo tan conocidos, ahí estaba la dama de sus sueños, la mujer que tenía su corazón, Cora….
Co-Cora – decía Bill, hace meses no la veía y verla ahí, tan bella tan etérea, tan irreal, no se lo esperaba.

Ella volteo y lo miro, sus miradas se conectaron y sintieron el mismo amor no había muerto, pero se había vuelto un amor tortuoso, doloroso, ella fue quien desvió la mirada, no podía seguir mirándolo sin flaquear.

Cora…yo-yo… - decía él con los nervios a mil.
No digas nada, no hay nada que decir, este encuentro ha sido una casualidad Bill, solo eso – dijo lo último en un suspiro, mirando hacia otro lado, sin enfrentar la realidad, intentado auto convencerse ella misma, y lo único que quedo fue el recuerdo de ella volteando y un Bill plantado en el mismo lugar sin hacer nada por detenerla
Bill, se olvido de su hermano, y de los chicos, lo único que quedo fue el efímero recuerdo de ese encuentro, de lo que fue, de lo rápido que paso

Y una lagrima traicionera se dejo ver, dando a entender que eso dolió, que no fue solo un rechazo sino que en verdad le había dolido, al final todo tenía que acabar.
 La situación se veía de telenovela, él y ella, los dos, uno volteado siguiendo su camino, y el otro viéndolo a lo lejos viendo perder lo único que realmente valía la pena.

 Mientras con Cora.

 Fue demasiado, no pensé que sería así cuando lo volviera a ver – se decía mientras ella seguía caminando, reprimiendo el dolor, las ganas de llorar.

 Estuvo cerca de flaquear, de desistir, de ir y besarlo, y decirle que lo amaba, que estaría ahí para él, era inevitable negarlo, solo quería alejarme lo mas que pudiera, pensando que se había ido, que ya no estaba ahí, pero sabía que volvería, lo sabía, solo para recordar lo que fue, lo que en su momento fue lo más bello que les paso.
 Empezó a divagar en sus pensamiento, la última semana de todo lo que tuvieron.

 
Se levanto temprano sabiendo que de repente, el no estaría ahí, el día más importante para ella, su cumpleaños.

 
Aunque esperaba tácitamente que el viniera, lo deseaba de corazón, porque sería la última oportunidad que le daría, aunque su mente le decía que no creyera, que dolería más de lo que ya dolía y su pobre corazón ya no daba para más, estaba tan desgarrado por todos los desplantes y promesas no cumplidas.

 
No quería oír su voz a través del teléfono pidiéndole disculpas, por su no llegada, por haber faltado una vez más a sus encuentros, diciéndole excusas que ella aceptaba, pero no sabía si podría creerle o soportarle por mucho más tiempo.

 
El día avanzó, y el no llegó, sus amigos vinieron dándole las felicidades por un año más de vida, pero ella no se sentía feliz, él no llegaba aun, aunque sea una llamada y se contentaría.

 
La noche apareció y el no dio ninguna señal, ella con el corazón destrozado tomo una decisión y se dijo que acabaría ahí y ahora, llamo a sus amigos para salir, apago su celular, y se fue sin importarle si la llamaba o no, ya no lo haría, y gozo como hace tiempo no lo hacía.

A la mañana siguiente, aun seguía su celular en el mismo lugar apagado, se dijo que no le importaría mas su presencia, pero solo hacia engañarse porque sabía muy en el fondo que le dolía y mucho pero no era tiempo para pensar eso, no por ahora.

Vivió, fue lo que hizo después de mucho tiempo, vivió se dio ese lujo.

 
Pasaron los días y el no apareció, ni una llamada ni nada, el ultimo día del mes, unas rosas llegaron a su casa, sabia de quién era y sabia lo que decía así que lo único que hizo fue decirle al encargado que las devolviera pero antes en vez del discúlpame que estaba escrito puso solo un ya no más.

 
Los días siguieron pasando, y el vino, no se lo esperaba como todas las demás veces que hacia su mágica aparición.

Se apareció en la puerta de su departamento esperando a por una respuesta y con el ramo en mano.
 De su boca salió un – ¿Qué haces aquí?

lunes, 5 de julio de 2010

P R I M E R C A P I T U L O

¿Se supone que deba reírme, como su no hubiera pasado nada? – Ese pensamiento rondaba mientras veo como parejas pasan - sacándome en cara de lo que alguna vez tuve – pensando ahí sentado en esa banca del parque.

Se levanta cansado de esa banca, de tanto llorar lo perdido, hace tiempo que no la veía, quería hacerlo, pero aumentaría su culpa y dolor, porque a las finales él era el único culpable.

Mientras se va encaminando a un bar cercano, sin importarle si lo fotografían o algo, levanta esa barrera que se impuso desde hace tiempo, pero que solo ella pudo derrumbar.

Mientras entraba al bar, algunas personas lo reconocieron pero poco o nada les importo, y volvieron a lo que estaban haciendo - Un trago, por favor, el más fuerte que tenga – hablo taciturno mientras el bar ténder, solo lo observaba y servía la bebida.

Primero fue una, de ahí tres, de ahí diez tragos que se había tomado, estaba mareado y eso era lo único que necesitaba para hacer lo que quería hacer desde hace tres meses. Salió de aquel bar tambaleándose, sabiendo que aparecería tal vez mañana en la portada de algún periódico amarillista, pero siguió su camino mientras intentaba divisar algún teléfono, recorriendo las calles, solo por un maldito teléfono, para escuchar aquella voz, tan dulce e irrisoria.

Cuando al fin lo diviso, marco el número como tantas veces lo había hecho, esperaba impaciente por escuchar su voz, un repique, dos repiques, tres repiques hasta que escucho como levantaban el auricular.¿Aló? – la voz al otro lado de la línea se escuchaba tal y como la recordaba, mientras él no se animaba a hablar -¿Aló? – seguía insistiendo la chica insistiendo, en saber quién era, hasta que pudo escuchar un bajo pero audible – Hola.¿Bill? – Pregunto sorprendida - ¿estás ebrio otra vez?No – mintiendo y tratando de que no lo escuchara así – Estoy bien, yo solo quería escucharte otra vez, saber….como…..estabas.

Mientras al otro lado de la línea solo se escuchaba la respiración de ella.¿No dirás nada? – Pregunto él – Lo siento, se que debe ser como la millonésima vez, pero lo siento.Yo...yo... te hice daño... y no espero… que me perdones…solo…quería…decírtelo…..otra….vez –mientras ella seguía sin decir palabra, sabiendo que no le respondería y que estaba otra vez llorando – Adiós mi amor –susurro casi inaudible sabiendo que escucharía y terminando con esa conversación.

Recorro las calles, con el alma rota, llorando y lamentado lo que alguna vez tuvo y no aprecio.Llego a mi apartamento igual de frio, igual de vacío.

Hermano – habla Tom viendo mi aspecto.No quiero hablar ahora –contesto mientras voy camino a mi cuarto.¿No quieres hablar?, - susurro iracundamente – ENTONCES, ¿CUANDO LO HARAS?, YA NO ES IGUAL, BILL – suspirando - LA BANDA, BILL; LA BANDA, POR LO QUE LUCHAMOS TANTO, SE CAE A PEDAZOS Y TU NO ME QUIERES DECIR LO QUE PASO, POR DIOS BILL ME PREOCUPO, EL NO SABER LO QUE PASA, EL NO SABER LO QUE PASO – grito encolerizado de que no confiara en el, aunque Tom ya sospechaba lo que pasaba, quería que el propio Bill se lo dijera.Yo simplemente no puedo, por ahora… no – contesto apenado mientras se metía en su cuarto como todas las noches desde aquella tarde un 8 de enero.

Tom, mientras veía la puerta de su hermano cerrada como todas las noches recordó lo que paso. Tom, hermano me voy, voy a ir a verla – respondió feliz, apenas desde el marco de la puerta y salió demasiado apurado con un ramo de rosas - Hermanito, te enamoraste – susurro con una sonrisa algo triste en sus labios casi imperceptible. La tarde paso normal, viendo televisión, sin ánimos a ir a por una conquista, desde que sentía lo que sentía ya no tenía ganas de salir, pero igual lo hacía, pero no sabía lo que se venía en la noche.

Mientras se duchaba por el calor excesivo, oyó como la puerta del departamento se abría y se cerraba con brusquedad, sorprendiéndose porque esperaba a su hermano mucho mas tarde.¿Bill? –pregunta saliendo del baño, con una toalla en mano.Pero lo que vio no se lo esperaba, su hermano llorando desgarradoramente, y lo supo…había terminado, no sabía los motivos pero se los imaginaba.

Bill no se percato de su hermano hasta que sintió un calor rodearle y ahí se dio cuenta que su hermano lo había abrazado.Tom…Tom…. – sollozaba - Soy un estúpido por engañarla de esa manera, soy un estúpido, me lo merezco, me lo merezco – era lo único que decía mientras las palabras se le atragantaban por el dolor, mientras Bill intentaba sacar ese dolor, doliéndole la garganta, como si la estuvieran oprimiendo, y sintiendo los ojos arder, y lo único que hizo esa noche fue llorar, llorar desconsoladamente hasta que amaneciera y creyera que ya no le quedaban mas lagrimas. Hay Bill, que habrá pasado a ciencia cierta, deberías decírmelo, no eres él mismo – decía mientras veía la puerta cerrada.

Mientras en la casa de Cora.

Hay Bill, porque lo hicimos, no debimos, no debí, sabía que no podría durar y aun así lo quise hacer, me metí de lleno en esta relación, lo di completamente todo, pero Bill, si me hubieras dado la cuarta parte que yo te daba hubiera sido feliz – decía mientras estaba echada en su cama, recordando esa conversación – No sé si pueda perdonarte, lo único que sé, es que yo aún te amo – y cerró los ojos para tratar de que el sueño apacigüe el dolor que su alma no podía contener.Un nuevo día, un nuevo comienzo, o eso dicen algunos, pero para él no era nuevo comienzo, solo era la continuación de su dolor, de su pesar, de su culpa.

Otro día, mas dolor, parsimoniosamente, sin nada porque sonreír, ya que lo había perdido, se levanta pensando que las fans no se merecían este dolor, y preparándose mentalmente para lo que venía, sonrió, solo para ellas, aunque no era de verdad, ellas se lo merecían, fingiría…por ellas, aunque no merecía el cariño de nadie.Salió de su habitación, toco la puerta de su hermano y entro encontrándolo cambiándose – Lo hare por ellas, se lo merecen – y sin más salió y Tom ya sabía a lo que se refería y solo por su rostro surco una resignada sonrisa, ya que para su hermano ya nada volvería a hacer lo mismo.Se dirigían a la conferencia de prensa que darían ese día y en su mente solo surcaba la idea – Por las fans, se lo merecen – y con una sonrisa cansada, salió a enfrentar los flashes del día, sabiendo que tal vez ella lo vería.

Pasaron los minutos y las preguntas iban y venían, el solo las respondía automáticamente, total eran las mismas, pero hubo una que lo desencajo.

Señor Kaulitz, según rumores hace meses estuvo saliendo con una chica, y hubo fotos y declaraciones de personas que los vieron, que tiene que decir ante aquello. -Bueno, solo decir que somos amigos solo eso, la aprecio mucho, pero por mi carrera no la puedo ver seguido así que nos hemos distanciado, pero seguimos en contacto – doliéndole cada palabra dicha, “solo amigos”, ni eso somos ya – pensaba.

Algunas preguntas más, sin importancia alguna y respondiendo Tom ya que a veces su imaginación volaba y no respondía correctamenteBueno la entrevista acabo, muchas gracias –David apareció y se fueron retirando gradualmente todos los periodistas mientras ellos ya en el carro, miraban como Bill se desmoronaba sin que nadie se diera cuenta.El solo sentía culpa y dolor, no podía sentir más, tanto dolor abarcaba su alma, más de lo que alguna vez podría existir, y ella no lo perdonaba, y tenía razón tantas promesas sin cumplir, el engaño, el estúpido engaño, tan poco esfuerzo que puse y ella estuvo ahí para mi, y yo… simplemente la deje de lado, le pedí tácitamente que se alejara, y lo hizo y yo metí la pata y bien al fondo.Recién me di cuenta cuando la perdí lo estúpido que fui, lo mucho que la amo y lo poco que la aprecie, todo por dejarme llevar por las emociones, la lujuria, los flashes, el glamour, todavía la siento como si estuviera conmigo pero me doy cuenta que solo es un tonto sueño y que ya no volverá a pasar.

Y sumergido en sus pensamientos, se regodea entre su ahora amante, la culpa y su amiga tristeza, de la cual nadie lo despegara, porque ahora él y ellas son inseparables.